El elefante, el liderazgo y la Política con “P” mayúscula es la obra de un hombre que, a todas luces, ama la política profundamente. La Política, no la politiquería. La Política, madre de la democracia, concebida en su más alto y altruista sentido. La Política como apostolado, como una misión que demanda ingentes sacrificios de quienes la cultivan. Platón hizo inscribir en el friso de su legendaria Academia, la divisa: “Que no entre aquí quien no sepa geometría”. En la concepción que Claudio nos propone de la Política bien podría leerse: “Que no entre aquí quien no sepa de ética”. Pero no basta con “saber de ética”: su dimensión teórica es fácil de formular: respetar siempre la integridad psicofísica de los otros. Lo que es supremamente difícil es su praxis: integrarla a un sistema de vida, hacer de ella el basamento de toda nuestra interacción con el prójimo (el próximo), vivir bajo su égida y honrarla como el más alto principio convivencial que el ser humano ha creado.